martes, 9 de febrero de 2016

Supongamos que estamos angustiados y no sabemos porqué pero se nos saltan lagrimas que caen solas, es una sensación que tenemos y nuestro corazón se acelera, nuestra mente está confundida. Lo primero que debemos hacer es calmarnos, debemos aquietarnos, es como si estuviéramos viendo una playa con un mar agresivo que rompe con fuerza, hay que calmar esa agua. Podemos empezar a aclarar nuestro pensamiento, ¿qué ha pasado las últimas 48 horas anteriores que nos afecto tanto?;  pero tenemos que estar muy tranquilos para aprender a descifrar lo que nos ha afectado puede ser que estuviéramos muy sensibles en nuestro trabajo y alguien que nos hablo mal o nos transmitió mucha bronca que él o ella tenía, capaz que por otra circunstancia pero fuimos la persona que tenia a mano. O puede haber sido nuestra pareja  que sentimos que algo no está  bien,  que algo está sucediendo, pero si estamos tranquilos podemos fortalecernos a nosotros mismos y logra ver el verdadero problema. Salir fortalecidos  y no volver a estar angustiados, con ansiedad la cual no nos deja avanzar en lo que queremos.

Cuando nos calmamos es como ver una película en blanco y negro, ya sabemos cuál fue la situación que nos llevo a este estado, lo frenamos en ese instante, y debemos pensar que nada me llega a mí para hacerme daño porque soy un ser de luz y amor. A partir de aquí sentiremos que tenemos una vibración más elevada que genera una onda de paz dentro y fuera de mi.


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