Según el budismo, tenemos cuerpo y mente tosca, sutil y muy sutil.
En el nivel tosco experimentamos las sensaciones físicas y los estados mentales basados en la percepción dual de la realidad, esto es, cuando nuestra mente consciente evalúa, nomina y juzga.
El nivel sutil de nuestro cuerpo se encuentra en su campo energético: el aura.
Ya la mente sutil se manifiesta durante los sueños, en la meditación, cuando ocurre la telepatía, y en los estados mentales positivos que surgen como resultado de una mente abierta y relajada como el amor, la compasión y la sabiduría intuitiva.
Los padrones mentales pueden ser toscos y sutiles. Los toscos son los padrones emocionales creados en esta vida: todas nuestras “mañas y manías”. Ya los sutiles son nuestras “mañas y manías” de otras vidas.
El nivel muy sutil se manifiesta durante el sueño profundo y en el último estado del proceso de la muerte.
Todos nosotros podemos reconocer fácilmente estos diferentes niveles de conciencia. Mientras tanto, no estamos acostumbrados a nominarlos. Por ejemplo: como llamaríamos al estado mental que hace que una mamá se despierte segundos antes que su bebé comience a llorar?
Cierta vez, al pedir al Lama Gangchen Rinpoche que me explicase algo sobre la naturaleza de nuestra energía sutil, él simplemente me respondió: “el mundo interno es tal como el mundo externo”. Sentí como si Él me estuviese revelando un secreto contenido en una caja cerrada: “dentro de ella es tal y como afuera”.
Recuerdo, entonces, que he fijado mi mirar en el movimiento de las ramas de los árboles que yo podía ver por la ventana y escuchar al Lama Gangchen decirme dulcemente: “El mismo movimiento que usted percibe ahora allá afuera, está sucediendo ahora dentro de usted. Todo el tiempo es así. Por ejemplo, antes de llover, cuando el cielo oscurece y el aire se pone más pesado, también su cuerpo y su mente se ponen más tensos. Mientras que, al contrario también ocurre: lo que pasa en su interior tiene una influencia directa sobre el mundo externo”.
Reconocer la realidad externa como un reflejo de una red inter-dependiente que contiene la mente de cada uno de nosotros me hace sentir momentáneamente despierta. Cuando nuestra mente se abre para una nueva percepción de la realidad, todo parece muy claro y obvio. Pero luego perdemos esta percepción energética de la realidad cuando volvemos a percibir el mundo de la forma como estamos normalmente habituados.
La naturaleza de la mente muy sutil es pura, luminosa y sabedora de todo. Mientras que, no podemos accederla porque ella está encubierta por los padrones mentales toscos y sutiles negativos. Ellos impiden que la mente muy sutil y la sutil positiva puedan manifestarse. Por ejemplo, cuando estamos irritados, somos incapaces de sentir amor!
En general, pensamos que la energía tosca tiene más poder que la sutil. Por ejemplo, en nuestra cultura occidental, la medicina alopática es más aceptada que la homeópata. Pero, en realidad, la mente sutil tiene mucho más poder de transformación que la tosca, pues la materia es una expresión condensada de la energía sutil. Por ejemplo, la vitalidad de nuestro cuerpo físico es mantenida por la calidad energética de nuestra aura.
Así como nuestro cuerpo físico se torna débil y opaco cuando la energía sutil de su campo áurico está débil, nuestra mente tosca se torna depresiva y negativa cuando no consigue tener acceso a su fuerza sutil.
A pesar de no saber definir muy bien lo que esenergía espiritual, sabemos que necesitamos de ella para sentirnos confiados, con disposición para enfrentar los desafíos de la vida.
Los métodos de Meditación Tántrica visan atenuar y eliminar los efectos colaterales de la mente tosca. Permiten así la manifestación de las cualidades energéticas positivas de nuestra mente sutil y de la muy sutil.
En la medida que la fuerza opresora de la mente tosca diminuye, comenzamos a sentir la calidad energética del elemento espacio moverse en nuestra mente: nos sentimos regenerados y en paz porque estamos más libres de las presiones internas.
Cuando nuestra mente sutil positiva se puede mover libremente, nuestra sabiduría e intuición innatas se manifiestan.
Cuando estamos cerca de personas evolucionadas espiritualmente, religiosas o no, somos tocados por la fuerza de su campo energético sutil. Naturalmente, pasamos a sentirnos felices y relajados. Mientras que, este efecto no es una vía de mano única. Él será mayor o menor de acuerdo con el nivel tosco de intoxicación interna en que nos encontramos en aquel momento y principalmente de nuestra conexión kármica con la persona con quien estamos en contacto.
Por ejemplo, algunas personas sienten un alivio inmediato y un profundo bienestar cuando se encuentran con maestros sagrados, entran en templos o iglesias o hasta cuando escuchan rezos y cantos sagrados. Otras simplemente no sienten nada. Para que estas experiencias ocurran, no hay nada que sea acertado o errado con ninguno de los dos lados.
Las experiencias positivas o negativas serán siempre resultado de nuestra experiencia kármica. Cabe a cada uno de nosotros encontrarnos con las personas, los lugares y las palabras que despertarán lo que tenemos de más bello en nuestro interior: nuestra naturaleza pura y sutil, libre de cualquier negatividad.
Izabel Tellez
Traducción: Melissa Park
Fuente: somostodosuno.com
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