lunes, 22 de agosto de 2016

26 Síntomas de un Despertar Espiritual

26 Síntomas de un Despertar Espiritual

1. Cambios en el patrón del sueño: tus horas de sueño se han alterado, es posible que estés durmiendo más, durmiendo menos, o que tengas insomnio.
2. Cambio de peso: algunas personas aumentan de peso, otras pierden peso rápidamente. Esto tiene mucho que ver con las reacciones psico-emocionales de “lucha o huida” – los que están a la defensiva conservan energía y deceleran el metabolismo, mientras que aquellos que estén en pie de lucha lo aceleran.
3. Dolores musculares: el despertar espiritual conlleva cambios en nuestros chakras y la fluidez de energía a través del cuerpo. A medida que el cuerpo va experimentando cambios energéticos, pueden surgir dolores musculares que duran un día, o tal vez duran meses. Similar al cambio de peso, se deberá a la reacción psico-emocional de cada cual. Por lo general: dolores en la espalda baja están relacionados a nuestra seguridad (“no me siento protegido”), mientras que la espalda alta refleja la acción (“no sé que hacer”).
4. Los sentidos se agudizan: éste es un detalle interesante; es posible que uno de tus sentidos esté más agudo ¡y lo más probable es que ni lo habías notado hasta que leíste este artículo! Estos cambios suelen ser bien sutiles y pueden incluir mejor olfato, mayor sensibilidad táctil, audición amplificada, mejoría en la vista, o amplificación gustativa. Por otro lado, también puede suceder lo contrario. Por lo regular perdemos un poco de un sentido para alimentar a los demás, y lo curioso es que solemos perder la vista más que nada – una señal de que es hora de comenzar a soltar el pasado, ver con el corazón, y confiar en nuestras habilidades escondidas.
5. Mareos: muy comunes con los cambios de energía mencionados arriba. Por lo general son muy cortos, y a veces hasta podemos sentir que la tierra tiembla un poco, pero solo para nosotros.
6. Palpitaciones, ataques de pánico: son de esperarse cuando están sucediendo tantos cambios. La mejor medicina es la meditación, los ejercicios de relajación, el yoga, o la práctica espiritual.
7. Momentos de mucha energía: de repente sientes como si te prendieran un motor energético y tienes que salir corriendo, por otro lado, puede ser que tengas muy poca energía y necesites dormir por largas horas. Esto indica que estás haciendo mucho trabajo inconsciente a nivel espiritual o místico que tu cerebro necesita despejar para compaginar. Es como si estuvieras “descargando” información del universo a través de tu 7mo chakra “corona”. Lo mejor es buscar momentos para meditar y lidiar con lo que tu mente anda entreteniendo. Recomendación para mucha o poca energía: un ejercicio retante pero manejable como el yoga, nadar, o caminar/correr; comenzar a escribir en un diario (journaling).
8. Sentido de inminencia: puede que sientas un golpe de inminencia, en el cual sientes que “algo va a suceder” y tienes que hacer algo al respecto. Lo mejor es no salir corriendo a salvar el mundo, sino conectar con nuestro ser superior y examinar la raíz de esta inminencia. Para esto es buenísimo el diario o journal.
9. Desarrollo acelerado de empatía: comenzamos a sentir el dolor de los demás, lejos o cerca. Esta parte es muy retante pero también muy importante, quizás la más importante, ya que estamos hablando de comunicación telepática (de lo cual hablaremos más adelante) y comenzamos a trabajar con nuestra responsabilidad espiritual a nivel tribal y eventualmente global. Lo que comenzó como una evitación a estar en espacios públicos y muy concurridos ahora se convierte en un reto muy denso y difícil de explicar. Hay personas que se hacen ermitañas y no suelen salir de sus casas, o si salen deben regresar rápidamente. A este nivel tal vez se está tratando de una persona con capacidades para la sanación y aunque la conducta ermita puede ayudar por un tiempo, lo recomendable es tomar ese tiempo para aprender sobre maneras de protegerse con la luz y activar la sanación energética.
10. Cambios de humor (mood swings): Están ligados a los cambios de energía, como también tienen que ver con la ampliación de los niveles empáticos.
11. Confusión mental o emocional: todo esto es muy difícil de explicar a los demás, y a menudo no sabemos cómo nos sentimos ni lo que queremos.
12. Eventos de cambios de vida: recientemente (hasta 5 años) atravesaste o estás por atravesar un cambio grande, como el matrimonio/divorcio, muerte/nacimiento de un ser muy allegado, la pérdida de un empleo/comienzo en una nueva carrera, llegar a una edad significativa, etc.
13. Un deseo fuerte de romper los esquemas que te atrapan y vivir tu propósito: se explica por sí solo. Por todos los medios vemos mensajes que nos alientan a vivir nuestros sueños, sin embargo el sistema lo imposibilita. Esto no es casualidad – quiero aclarar que el sistema utiliza a los medios para mantener a la población pendiente a un premio que nunca va a recibir. Lo que está en ti es romper con esos esquemas que te atan a estos “premios” como una mejor casa, o un auto nuevo, o una pareja despampanante, y comenzar a recorrer tu propio camino hacia tu propia felicidad.
14. Percepción alterada del tiempo: podemos sentir que se nos va el tiempo demasiado rápido, de hecho, la percepción del tiempo en general entra en cuestionamiento durante un despertar espiritual. Comenzamos a buscar información sobre la ciencia física y la ciencia cuántica, entreteniendo ideas sobre múltiples dimensiones, el tiempo no-existente, vidas pasadas y futuras, o el viaje en el tiempo. En realidad el tiempo es relativo y sí se trata de una percepción, sin embargo, retar este esquema puede ser muy peligroso para la psiquis y debemos tomarlo con cuidado. Cuando sientas que se te va el tiempo y estás por entrar en un ataque de pánico, tómate un momento para respirar y afirmar: “hay tiempo para todo”. Ya verás como todo cae en su lugar.
15. Asuntos del pasado: se siente como una nueva versión de una película que viste hace tiempo – la misma trama, con diferentes actores y en otros lugares. Estás re-viviendo asuntos del pasado que no lograste sanar o ver claramente. Se trata del karma, pero no en el sentido castigante, sino una oportunidad de tu alma para sanar un bloqueo espiritual de una vez y por todas. Por más que sientas que esa situación está absuelta, tu alma te lo ha vuelto a traer por alguna razón. Puede ayudar si te pones en contacto con tu ser superior o tus guías espirituales para que puedas “ver” aquello que no habías visto antes.
16. Sueños vívidos y sueños lúcidos: Los sueños se pondrán más intensos y lo más probable así se mantendrán para siempre. Si te perturban mucho, indaga sobre una terapia onírica o una interpretación profunda. También puedes utilizar el diario para anotar tus sueños y así poder ver cómo se desarrolla la historia que te está contando tu inconsciente.
17. Lapsos mentales: de memoria a corto plazo o memoria a largo plazo.
18. Recuerdos que surgen de repente: es posible que comiences a recordar cosas particulares que pensabas que habían quedado en el olvido.
19. Cambios en la forma de orar o meditar: tus formas de orar o meditar se transforman. Al principio se puede sentir como si estuvieras “desconectada” de la divinidad, o que tus prácticas se hacen en vano. Es como si llegaras al “techo” y de ahí no puedes pasar. Este es el momento para transformar la práctica, por ejemplo: si antes orabas para pedir bendiciones, intenta enfocarte en la gratitud; si practicabas la meditación trascendental, intenta la meditación consciente (awareness meditation).
20. Un fuerte deseo de conectar con todo lo relacionado a lo espiritual: no querrás compartir con personas que se enfocan en lo banal, ni estar en sitios banales, escuchar música popular, o ver televisión regular. Desde ahora comienzas a escoger bien como, cuando, y con quien pasas el tiempo. La parte negativa de esto es que probablemente te veas solo por un tiempo, ya que es muy difícil desconectar de lo banal y los espacios realmente espirituales no son fáciles de encontrar.
21. Surgen maestros y prácticas espirituales que te atraen: conocerás personas que te inspiran y nuevas prácticas espirituales que resuenan en tu alma. Sentirás una sed por conocer más y estar más en contacto con esas energías. Nota: no todo lo llamado “espiritual” es bueno, ni todos los “maestros” son sabios; conecta siempre con tu alma y verifica como te hacen sentir estas nuevas experiencias.
22. Números, ilusiones, símbolos, deja vu, “señales”, y sincronicidad: los números se repiten, los símbolos te persiguen, sientes deja vu casi a diario, surgen muchas “casualidades” (sincronicidad), y a menudo sientes que estás recibiendo “señales” del universo. Con las señales hay que tener cuidado, ya que es algo que puede llevar a uno a emprender un viaje psicótico. Como regla general: recuerda que el alma habla a través del instinto, no el impulso. El impulso hace las cosas con prisa, mientras que el instinto trata con suavidad y paciencia. Si una “señal” te está causando ansiedad o pánico, es hora de soltarla.
23. Necesidad de establecer límites y escuchar tu guía interno: los viejos esquemas religiosos se derrumban poco a poco, y comienzas a descubrir tus propias verdades y trazar tus propios límites a base de tus experiencias y conocimiento.
Presencias divinas, invisibles, o ver seres: hay personas que comienzan a ver o sentir
24. presencias divinas, entidades de diferentes orígenes, o conectar con seres que han fallecido. Similar al trabajo empático de sanación, este es un regalo particular que toma tiempo en reconocer, manejar, y trabajar. La clarividencia trata sencillamente con eso: ver las cosas claramente, y a menudo los clarividentes chocan con su espacio social porque tienen problemas llevando su mensaje a las personas indicadas. Para el clarividente, es un trabajo muy bonito y especial, pero también un proceso que le durará la vida entera.
25. Ves a tus seres queridos con una “nueva cara”: es como ver a un doble; a veces se siente como si llevaran una máscara, porque estamos viéndolos con nuevos ojos. Se puede deber a situaciones de dimensiones paralelas, o de vidas pasadas. Si la relación se ha dificultado por esto, trata de conectar con el alma de esa persona durante tus meditaciones u oraciones en privado para enviarle amor y compasión. Es posible que esa persona esté “dormida” o apegada a su ego y sus representaciones sociales o conductas actuales dificultan su relación, no solamente contigo sino también con los demás. Recuerda: no lo tomes personal.
26. Perdida de amistades, amantes, o distanciamiento de familiares: el detalle más importante, más doloroso, y del cual menos se habla. Todos estos cambios provocan separaciones, y la manera en la cual manejamos estas separaciones nos dejará saber cómo estamos manejando nuestro camino espiritual y dictará mucho como será nuestro próximo despertar espiritual. Hay que tener mucha conciencia de que el karma volverá a traernos esas dificultades en la próxima ronda. Lo más importante es practicar la compasión y tomar nota de no adentrarnos en conductas sentenciosas o juzgantes.
Aceptar esta realidad es el primer, y mejor paso hacia un camino menos dificultado. No obstante, cada cual recorre su camino, y algunos necesitamos dificultades mas dolorosas que otros – ¿por qué? En ahí uno de los mayores misterios. Algunos sabios indican que la divinidad o el destino lo impone así, mientras que otros aseguran que nosotros creamos nuestras propias dificultades, así como creamos o co-creamos nuestra propia realidad. El caso es recordar que no se trata de por qué estamos frente a un obstáculo, sino cómo vamos a lidiar con él.






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