domingo, 12 de junio de 2016

Alimentos-medicina para el corazón


1. Nuez. Algo tan sencillo como comer entre cinco y diez nueces al día mejora el pronóstico y evita las recaídas de las personas que han sufrido problemas cardiacos. Esta cantidad cubre las necesidades diarias de ácido alfalinoleico (omega-6) y más de la mitad de las de ácido alfalinolénico (omega-3). Ambos son ácidos grasos cardiosaludables porque dificultan la formación de coágulos sanguíneos que podrían provocar un infarto y porque ayudan a disminuir los niveles de colesterol.
2. Berenjena. Gracias a sus bioflavonoides y fibras, consigue bajar el nivel alto de colesterol, que es el principal factor de riesgo para sufrir un infarto o una embolia cerebral. Además resulta muy digestiva y tiene efectos depurativos. Los expertos recomiendan tomar una berenjena dos veces por semana, mejor hervida poco tiempo o cocinada al vapor.
3. Aguacate. Su pulpa de sabor anuezado contiene gran cantidad de ácido grasos insaturados, muy apropiados para el control del colesterol y los triglicéridos. Además este fruto aporta vitaminas del grupo B que también tienen un efecto protector sobre el músculo cardiaco. Conviene consumir de dos a tres aguacates a la semana, sin olvidar que son ricos en calorías, por lo que no deben formar parte de menús fuertes.
4. Frambuesa. Posee ácido salicílico, el antecedente natural de la aspirina, que ayuda reducir la densidad de la sangre y a limpiar las venas y arteras de acúmulos grasos. Por otro lado es abundante en vitamina C, eficaz contra la acción de los radicales libres, que disminuyen la capacidad de oxigenación de la sangre y dañan las células. Cuando es la temporada se pueden comer diariamente hasta 150 g de esta deliciosa baya.
5. Pan sueco. Este pan, ideal para los desayunos, mantiene los vasos sanguíneos elásticos gracias a su contenido en vitamina E, que también protege el corazón y actúa contra los radicales libres. Resulta preferible el que contenga más variedad de granos integrales y hay que comerlo diariamente.
6. Coles de Bruselas. Favorecen la buena salud del corazón porque contienen vitaminas E, C y ácido fólico, y flavonoides como la quercetina, el canferol, los indoles y el ácido fólico. Muchos estudios demuestran que también poseen efecto anticancerígeno. Es recomendable tomar al menos 150 g una vez a la semana.
7. Espinacas. La espinaca es la verdura más rica en provitamina A (100 g cubren la cantidad diaria recomendada), vitaminas C, E y del grupo B. Esta combinación, junto con el abundante magnesio, resulta especialmente apropiada para favorecer el buen estado de los vasos sanguíneos. La cantidad adecuada es 100 g una o dos veces por semana, consumidas crudas en ensalada, pues así conservan más nutrientes.
8. Tomate. Junto a su contenido en antioxidantes como la vitamina C, el bioflavonoide quercetina o el betacaroteno, es destacable porque aporta un fitoquímico peculiar, el licopeno, que baja el nivel del colesterol en la sangre y previene varios tipos de cáncer. El licopeno se encuentra en el tomate fresco y en todos los productos que se elaboran con él, desde el concentrado de tomate hasta el zumo pasando por el triturado natural o el ketchup. La ración indicada es de unos 200 g dos veces a la semana.
9. Uvas. Buena parte de sus efectos positivos se deben a su contenido en bioflavonoides, que protegen los vasos sanguíneos, previenen la arterioesclerosis, el infarto y la embolia cerebral. Uno de estos flavonoides, el resveratrol, se ha demostrado especialmente eficaz para prevenir el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Para beneficiarse de las uvas hay que tomar unos 150 g, preferentemente de uva negra, dos o tres veces a la semana.
10. Germen de trigo. Protege el corazón porque contiene ácidos grasos insaturados que reducen el colesterol y la vitamina E, que captura los radicales libres. Mantiene los vasos elásticos e impide que se depositen las grasas que causan la arterioesclerosis. Conviene tomar diariamente una cucharada de germen de trigo mezclada con zumos de frutas o yogur.
11. Cebollas. Uno de los alimentos-medicina por excelencia. Sus compuestos azufrados y sus aceites etéreos previenen la acumulación de grasa en las arterias porque mejoran la capacidad de la sangre para fluir. Lo mismo puede decirse del ajo. Hay que tomar diariamente media cebolla cruda o cocida, un vaso de zumo de cebolla o un par de dientes de ajo.





Contra la debilidad de piel y cabello


1. Piña. Contiene una enzima, la bromelina, que favorece la digestión, pero este no es su único efecto: más de 800 estudios científicos demuestran sus propiedades antiinflamatorias y regeneradoras de los tejidos, por lo que da firmeza a la piel y aumenta la resistencia del tejido conjuntivo. Conviene comer media piña bien madura dos o tres veces por semana.
2. Huevo. Regala elasticidad a la piel y al cabello gracias a su vitamina hidrosoluble biotina (vitamina B8). En caso de tener normal el nivel de colesterol se pueden tomar tres huevos por semana, preferentemente pasados por agua, y uno en caso de que estén elevados.
3. Guisante. Esta legumbre presenta una excelente combinación de sustancias activas, compuesta de vitaminas (C y sobre todo del grupo B), minerales (calcio, magnesio, hierro…) y oligoelementos (flúor, fósforo, cinc, níquel…). Los guisantes no sólo resultan muy nutritivos sino que mejoran la apariencia de la piel y el cabello. Se toman 200 g una o dos veces por semana.
4. Lechuga. Es un alimento de eficacia reconocida para luchar contra el envejecimiento prematuro. Su agua, betacaroteno y vitamina C favorecen la renovación de la piel, en especial cuando su aspecto es reseco y escamoso. El descanso es indispensable para el buen estado de la piel y la lechuga ayuda a conciliar el sueño gracias a una sustancia lechosa tranquilizante presente en la base de las hojas. Se toman 50 g dos veces por semana junto con cebolla, que potencia su efecto.
5. Grosella. Con un gran contenido en betacaroteno, vitaminas E y C, favorece la renovación celular y de esta manera ayuda a mantener la piel sin arrugas. Se toman  150 g de grosellas negras dos o tres veces por semana.
6. Melón. En especial si es de la variedad cantalupo, protege la piel de la acción de los rayos UVA y UVB gracias a su betacaroteno. En la estación del sol es recomendable tomar varias veces por semana medio melón, que además resulta muy refrescante.




Los mejores remedios para el cerebro

Cada alimento tiene una fórmula completa peculiar, formada por nutrientes y sustancias vegetales activas con efectos directos sobre los diferentes órganos y sistemas del cuerpo. Explicamos cuáles son los alimentos-remedio para problemas frecuentes y en qué dosis hay que consumirlos.
Los mejores remedios para el cerebro:
1. Plátano. Esta fruta dulce ayuda a equilibrar los neurotransmisores cerebrales. Sus azúcares de asimilación rápida y el aminoácido triptófano favorecen que en el cerebro se vierta serotonina, relacionada con el estado de bienestar. Su vitamina B6 también ayuda a transformar un bajón anímico en un “subidón”. Un solo plátano bien maduro al día, junto con una dieta rica en hidratos de carbono y cereales integrales, es suficiente para corregir ligeros desequilibrios.
2. Copos de avena. Proporcionan un fresco empujoncito a las neuronas. Aportan energía para todo el día, mientras que el hierro y el magnesio favorecen el transporte del oxígeno hasta el cerebro. También tiene efectos sedantes: los estudios realizado con fumadores que desean dejar el tabaco han demostrado que la avena reduce el síndrome de abstinencia. Tomar cada día por la mañana una taza con dos cucharadas de copos de avena aumenta significativamente la capacidad para concentrarse.
3. Pipas de girasol. Dos cucharadas diarias de semillas de girasol, unos 30 g, aportan dosis importantes de ácidos grasos insaturados, fósforo y magnesio. Los ácidos grasos son necesarios para la buena comunicación entre neuronas y los dos minerales resultan de gran ayuda en las funciones cerebrales. Por otra parte, las pipas contienen bastante vitamina E, cuyo efecto antioxidante también protege las  neuronas.

4. Ciruelas pasas. Todo el mundo sabe que su abundancia en fibra es muy útil para resolver el estreñimiento. Pero también son muy apropiadas para los trabajadores intelectuales que notan cierto cansancio, ya que poseen cantidades significativas de vitaminas del grupo B, que estimulan y regeneran el sistema nervioso. Cuatro o cinco ciruelas proporcionan dosis importantes de vitaminas y fibra.



Contra los resfriados e infecciones


1. Manzana. Un dicho inglés (“An apple a day, keeps the doctor away”) asegura que una manzana al día mantiene al médico alejado. También ayuda a recuperarse más rápidamente cuando se ha contraído un refriado, una gripe o cualquier problema de tipo infeccioso, pues tiene la capacidad de aumentar el rendimiento de las células inmunitarias. Aunque el efecto seguramente es debido a la combinación de las acciones de muchos de sus componentes, entre estos destaca la presencia de vitamina C, el bioflavonoide quercetina y la fibra soluble.
2. Repollo. Apoya al sistema inmunitario en su trabajo durante el sufrimiento de la enfermedad porque contiene grandes dosis de carotenos, vitamina C y vitamina E, que protegen la sangre de los ladrones de oxígeno, los radicales libres. La ración recomendable es de unos 400 g dos veces a la semana.
3. Legumbres. Las lentejas, los guisantes y los garbanzos contienen, por ejemplo, grandes cantidades de cinc, el mineral antirresfriados. Además son muy nutritivas porque son ricas en proteínas e hidratos de carbono de absorción lenta. Una de las mejores cosas que se pueden hacer para prevenir la gripe y los demás problemas respiratorios consiste en comer dos veces por semana 200 g de legumbre cocida.
4. Kiwi. Gracias a sus enzimas y a su contenido en vitamina C fortalece en general el funcionamiento de las defensa. Es muy útil para tratar y prevenir los resfriados y gripes de otoño. También lo es para remediar el sangrado de las encías causado por infecciones bacterianas (parodontitis). Para conseguir los mayores beneficios hay que comer diariamente entre uno y cuatro kiwis.
5. Ajo. Gracias a uno de sus componentes azufrados, el exterminador de gérmenes allicina, se utiliza en nutrición y en medicina natural para acelerar la curación de las infecciones que afectan las vías respiratorias. Con este fin se toman diariamente un par de dientes de ajo, preferiblemente crudos.
6. Berros. Gracias a sus potentes aceites etéreos es capaz de eliminar los gérmenes que causan los resfriados. Para ello han de añadirse una vez por semana a la ensalada. Se puede tomar regularmente zumo de berro o añadirlo picado al queso tipo quark.
7. Naranja. Es una de las fuentes más accesibles de vitamina C. Este nutriente ayuda al organismo a fabricar las células inmunitarias que pueden eliminar los virus y las bacterias hostiles. Se aconseja tomar diariamente dos naranjas si no se consume otra fruta rica en vitamina C.
8. Pimiento. En crudo es la hortaliza más rica en vitamina C. Debido a ello estos frutos multicolores son obligatorios para las personas con las defensas débiles. Tomar una vez a la semana un pimiento. Un tentempié saludable puede consistir en unas cuantas tiras de pimiento crudo.
9. Remolacha. Sus múltiples fitoquímicos, como la rutina, la antocianidina y la betanina, hacen que los resfriados se curen más rápido y en general aumentan la eficacia del sistema inmunitario. Para obtener buenos resultados es suficiente con comer una entera una vez a la semana.