Las coincidencias significativas
pueden producirse en cualquier momento. Nuestro día puede ir transcurriendo
cuando, en apariencia sin aviso previo, un
hecho extraño atrae nuestra atención. Podemos pensar en un viejo amigo no se
nos cruzo por la mente durante años; más tarde, cuando ya lo olvidamos por
completo, al día siguiente nos encontramos con esa persona.
Del mismo modo, podemos ver en el
trabajo a un individuo que nos gustaría Conocer y ese mismo día encontrara la
mismísima persona sentada frente a nosotros en un restaurante.
Las coincidencias puede implicar
la llegada oportuna de una información especial que queremos pero no tenemos
idea de cómo conseguir o la repentina toma de conciencia d que nuestra
experiencia con un hobby o interés anterior era una preparación para llevarnos a
una nueva oportunidad o un nuevo trabajo.
Cuando una coincidencia atrae
nuestra atención, nos quedamos asombrados ante el hecho, aunque sea nada más un
instante. En algún nivel, sentimos que esos hechos estaban destinados de alguna
manera a ocurrir, que debían ocurrir en el momento en que ocurrieron para
orientar nuestras vidas en una dirección nueva y más inspiradora.-
Ej.: Abraham Lincoln escribió
sobre una coincidencia de ese tipo ocurrido en su juventud. En ese entonces,
Lincoln pensaba que debía hacer algo más con su vida que ser granjero o
artesano como los demás habitantes de su comunidad de Illinois. Un día encontró
a un mercachifle que obviamente estaba pasando
épocas difíciles y que pidió a Lincoln que comprara un viejo barril de
artículos, en su mayoría sin valor, por un dólar. Lincoln podría haber dejado
al comerciante quebrado, pero le dio el dinero y guardo los artículos. Más
tarde cuando limpio el barril, Lincoln encontró entre las latas y los
utensillos viejos una serie completa de libros de derecho, con los cuales
estudió para ser abogado y siguió adelante para cumplir su asombroso destino.
El psicólogo suizo Carl Jung fue
el primer pensado moderno que definió este misterioso fenómeno. Lo llamo
“sincronicidad”, la percepción de una conciencia
Significativa. Jung sostenía que
la sincronicidad era un principio
no-causal en el universo, una ley que funcionaba para llevar a los seres
humanos hacia un mayor desarrollo de la conciencia.
Jung presenció un ejemplo directo
de sin cronicidad en una de sus sesiones
de terapia. Su paciente era una mujer particularmente correcta que tenía
problemas con su comportamiento obsesivo. Jung estaba analizando sus sueños
,con la esperanza de poderla ayudarla a ponerse en contacto con el lado
luminoso, divertido e intuitivo de su naturaleza. Sus sueños más recientes
presentaban una interacción con un escarabajo, pero ella se resistía
categóricamente a cualquier intento de interpretación.
Justo en ese momento, Jung oyó un
golpeteo extraño en la ventana y cuando corrió la cortina, en la parte exterior
de la ventana había un escarabajo, insecto raro en la zona. Según Jung, el episodio
inspiro tanto a la mujer que pudo realizar grandes progresos en su tratamiento.
Las coincidencias pueden ser
impactantes como hemos visto.
Pero también pueden ser muy
sutiles y fugaces y por lo tanto fácilmente pasadas por alto, tal como nos lo
indicaba la vieja materialista como si fuera obra del azar o simple casualidad.
Debemos tomar la decisión de
desacelerarnos y modificar nuestro punto de atención, y empezar a actuar de
acuerdo con las oportunidades que se presentan en nuestro camino.-
Fuente: http://hermandadblanca.org/la-nueva-vision-espiritual-experimentar-las-coincidencias-james-redfield/
hola, me gustaria saber como agendar una consulta, es posible por mail? muchas gracias, saludos, Julio.-
ResponderEliminarHay que coordinar día y hora a los siguientes teléfonos :
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